De acuerdo a la creencia y práctica que tenemos cada uno de nosotros, observarémos estos 40 días con actividades tradicionales como el ayuno, o evitando comer carne, o con otra actividad de abstinencia y sacrificio. Pero el objectivo es el mismo; utilizar este tiempo para refleccionar y renovarnos internamente recordando e imitando a Jesús. El año pasado durante la cuaresma me desconecté del Facebook para meditar y reflexionar, pero este año, he decidido que haré tantos videos como me sea posible durante este tiempo acerca de mi experiencia personal conectándola con pasajes bíblicos. Disfrutalos! Los primeros estan aquí abajo.
En el presente, más que el simple ayuno de comida, se incentivan prácticas que afectan áreas más personales de la vida: «se trata de ayunar de la comodidad, de una vida fácil, de la mínima resistencia, de la mentalidad gregaria, del placer por el placer. Y sobre todo, se trata de ayunar del poder, la autocomplacencia y la gloria […] ayunar de egoismo, insensibilidad e inhumanidad. Es ayunar de competitividad y beneficios a costa de otros; de las formas de proceder del mundo y de los reinos construidos con la acumulación de bienes a costa de las enormes necesidades de todos los que habitan en la tierra». La duración de cuarenta días proviene de varias referencias bíblicas y simboliza la prueba de Jesús al permanecer durante 40 días en el desierto previos a su misión pública. También simbolizan los 40 días que duró el diluvio, además de los 40 años de la marcha del pueblo israelita por el desierto y los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto. A lo largo del tiempo de Cuaresma, los cristianos son llamados a reforzar su fe mediante diversos actos de penitencia y reflexión. (Fuente: Wikipedia)